jueves, 13 de junio de 2013

"ENTRE BOLÍVAR, ESPARTERO Y UN EXTRA".

Hojeando uno de los libros del escritor y periodista peruano Ciro Alegría, en su obra"SUEÑOS Y VERDAD DE AMÉRICA" me encontré un relato que llamo poderosamente mi atención sobre "ENTRE BOLÍVAR, ESPARTERO Y UN EXTRA". Lejos de todo personalismo, mi propósito ha querido novelar el contenido vital y artístico de un gran drama humano y como decidan los narradores antiguos,-el bien que hubiera para todos sea. "Dicho lo dicho, la historia puede ser contada". Ciro Alegría en su obra relata, palabras mas palabras menos los sucesos registrado en esa bella población de Arequipa, situada al sur de Perù en una campiña de cromo, al pie del volcán nevado Misti. La cuantiosa lava que arrojara de antaño el Misti, endurecióse formando una roca llamada sillar, a la que se recorta en forma de adobes, formando todas las paredes de la ciudad. La ciudad es completamente blanca, a excepción de las tejas rojas, y la arquictetura colonial de sus casonas y la plaza rodeada de arquerias. Dícese que uno de los incas, extendiendo el imperio del Tahuantinsuyo, llego con sus legiones, ganado por la belleza de los amplios y lozanos campos, la bondad del clima y la luminosidad del aire, dijo"are-quepay" o sea"quedamonos aqui". En la ciudad de Misti; también se derrocha la belleza, Paula del Prado, que tenia 20 años alla por los tiempos en que cayo el poderoso Virreinato de Perù. La muchacha era pequeña y morena, de negros ojos, luminosa, talla juncia, pie menudos. Bailàbase aùn jotas y boleros en los salones de AMÉRICA y ella lo hacia mejor que nadie. Màs todavía que por su belleza física y donasura en el baile. Bien podía enronquecer los cantores o estallar las cuerdas de la guitarra. Ella pensaba en un coronel español llamado Baldomero Espartero a quien habia conocido en un baile. El guerrero y la muchacha danzaron incansablemente. Espartero cortejo a Paula. Luego. la batalla de ayacucho dio al traste con el poderío español. El coronel fue a parar a la cárcel y se decía que era un realista peligroso! Cosa de la carrera de los hombres sobresaliente! Estaba cargado de destino el hecho de que Espartero. hubiese impresionado a la hermosa muchacha de Arequipa. Paula tenia también, fuera de los serenateros otro pretendiente el cual no había rechazado ni aceptado de Juan Moens, escocés, cabal. Cuya familia lucía escudo de armas con abultadas cuentas en bancos de Inglaterra. Era muy buen terco, cual todo buen escocés y tacaño como es la fama de los tales. Asi pues, Ciro Alegría se pasea por cada uno de los rincones y pormenores por la ciudad blanca; relata que de pronto, Arequipa se engalanó y estremeció Arcos de triunfo, repiques de campanas, vítores. Llegaba, a la cabeza de un séquito centellante de charretera y espadas, el propio general Simón Bolívar, el Libertador. Las mujeres le arrojaban flores desde los balcones. Paula del Prado a nombre de la patria naciente, echó también su puñado de rosas. Entre tanto festejos, simón Bolívar estaba también en su elemento, que combinaba en si al hombre de guerra con el hombre de mundo. Retornando las atenciones, el Libertador dio un baile en la hermosa casa señorial que le había cedido para temporal residencia don Francisco de Rivero, la cual hasta hoy existe. A gran orquesta las parejas danzaban a Bolívar. Este destacabase como un gran bailador de vals. Liviana y candeciosamente, alternaba a las màs bellas damas en sus brazos. Tardaba en invitar a Paula del Prado. Acaso no la había visto o la había visto demasiado bien y aguardaba, diestro en lides guerra y amor, el momento propicio. !La historia de sus amores era nutrida como la de sus batallas! Hubo una pausa en el baile, se impuso el rumor de las conversaciones, de repente surgió una voz !que baile paula del prado. La concurrencia arequipeña coreó entusiasta,queriendo lucir a la muchacha ante el Libertador" !Que baile la jota Paulita!" "!Que baile!" La muchacha dio largas al reclamo. Hacias rogar, según costumbres de señoritas recatadas. Alguien hizo seña a los músicos y la orquesta arrancó de pronto con una. Jota vibrante. Paula del Prado irguiose, alcanzo el centro del salón con un elástico salto, los brazos enmarcados, y comenzó a bailar. La música parecia ceñirla. La mas miradas de Bolívar ! Había alli una hermosa muchacha de veinte años vuelta danza. El Libertador avanzo hacia el centro del salón también e hizo de paula su pareja. Por mas de una cabeza de espectador cruzo la inevitable pregunta ?una nueva y fulminante pasión del Libertador? Cuando la orquesta silenciose, estallaron los aplausos. Bolívar continuo cerca de la muchacha, prodigandole palabras que traducían una admiración entusiasta por su belleza y gracia. Después del vals, Bolívar llevo a la muchacha hacia una de las puertas. Caminaron hacia un pequeño jardín, donde se expandia un denso perfume a jazmín. Donde se reflejaba la blancura de la ciudad y la blancura de la nieve del Misti, bajo la luz de la luna. La extraña luminosidad envolvía el rostro de Paula. El Libertador de AMÉRICA del sur hizo una oferta que era también una ofrenda. --Pidame lo que quiera, paula---dijo. La muchacha recordó al amigo preso y repuso de inmediato: ---La libertad del coronel Espartero. ---Concedida ---acepto Bolívar sin vacilar----y llamando a uno de sus asistentes, dio la orden adecuada. La orquesta invito de nuevo a las pareja. Bolívar continuo bailando con Paula. No ceso de galantearla durante toda la noche. La muchacha sonreía mostrando una feliz turbación. De lo que ocurrió luego entre Bolívar, Espartero y Paula del Prado no se ha hablado detalladamente, pero es clave este consejo:----casate con Moems----dijole a Paula su madre---; ese escocés tiene buena posición y no anda metido en guerra. No enviudaras joven! Te conviene Moens!... Y asi fue como Juan Moens, que de hecho estaba fuera del triángulo amoroso y era mas bien un extra, se caso con la muchacha arequipeña que impresionó extraordinariamente a Bolívar y saco de la cárcel al que pronto se convirtió en la primera figura militar y política de España. El matrimonio Moens, tal como lo previera la madre de Paula, llevaba una vida prospera en la jocunta Arequipa. Ya tenían varios vástagos cuando ocurrió un percance a causa de algo que no había tomado muy en cuenta aquella previsora madre, o sea la terquedad de Moens. Iba el escocés a Europa, en viaje de negocios, y el velero que lo llevaba ancló en Panamá. Dos razones tenia Moens para bañarse. Una, la de ser un excelente nadador y gustarle practicar tal deporte. Otra de la que, por haber nacido en la fria. Escocia y vivir en la templada Arequipa, el calor panameño le agobiaba y quería refrescarse. Asi que resolvió darse un buen remojón. Al notar los preparativos. El capitán le ordeno---! No se bañe usted!...! Hay tiburones!...---Me baño ---respondió Moens. El contramaestre la advirtió: ---! Mister! Los tiburones están abajo al acecho! --- Me baño ----afirmo el testarudo. El piloto intervino para gritarle casi, viéndolo cerca de la barandilla.
---!se juega la vida! !los tiburones! --- Me baño ----termino tercamente Moens. Efectivamente, se baño arrojandose en magnífico salto al mar. No bien reapareció después de la zanbullida, un tiburón, que parecía haberlo estado esperando, lo agarro entre sus poderosos fauces y sumergiolo de nuevo. De alli en adelante, no hubo mas noticia de Moens. En cambio llegaban hasta Arequipa frecuentes nuevas noticias de Espartero. Ascendía sin pausa en España. El que fuera hijo de un humilde carretero.
Paula del Prado mientras tanto, envejecia lentamente en su blanca ciudad, dedicada a rezar y cuidar de sus nietos, en sus evocaciones terminaba recordando la jota bailada con Bolívar y la forma que obtuvo la libertad de Espaldero. Era muy sensitiva y hasta predijo un desastre, por los años 68, se dio en decir "Habrá un gran terremoto...se caerá Arequipa...cuando tiemble la tierra, llevenme al crucero de la calle pizarro...Alli no me caerá el sillar encima" sus familiares tomaban tales palabras por desvarios de anciana, cuya mente flaquea ya, y no le hacían caso, dos meses después que la señora comenzó hacer el pronostico, que repitió muchas veces, tuvo un cumplimiento trágico. El 13 de Agosto del 68 un tremendo Terremoto destruyó casi toda la ciudad y doña Paula salvóse porque cumplieron su pedido.
La legendaria Arequipeña murió en 1980. Dejando sobre la cómoda de su dormitorio un retrato, en marco de plata, no era de Bolívar ni de Moens. Si no de Espartero.
" Esta es una historia que se desarrollo en Peru, tomada en su propia tinta por el escritor peruano. Ciro Alegría, hoy se las he reeditado, por ser historia de la verdadera revolución de pueblo, que se extiende de la Gran Colombia, pasando por cualquier patio o mata de mango, de ese Calabozo nuestro, acampado o bailado entre polvos y sábanas, hasta llegar a la Arequipa blanca; dejando el verdadero legado de ( patria, patria querida) hoy maltratada, desfigurada y mancillada por políticos aventureros, que solo los mueve las ansias y el afán del poder"

LIC: ORANGEL RAVELO
Orangelravelo@hotmail.com.
Twteer:
@orangelrra56

1 comentario:

  1. No sabìa que Ciro Alegrìa le habìa intreresado esta anècdota interesante. Bolìvar indultò a Espartero quien llegò a ser regente en España e induscutible lìder polìtico y militar

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